domingo, 1 de abril de 2018

MUJERES CIENTÍFICAS

           La investigación científica tiene una influencia esencial en el progreso y desarrollo de la humanidad, determina la manera en que vivimos y pensamos y por lo tanto cómo somos. Las mujeres y los hombres somos igualmente capaces de contribuir a la excelencia intelectual y debemos participar con igualdad de oportunidades en la investigación; sin embargo nuestro entorno, todavía hoy, no facilita la participación igualitaria en la carrera científica, y de hecho, es habitual ver actualmente que en las materias científicas de Bachillerato hay una minoría de alumnas.
           Queda mucho por hacer para despojar a las asignaturas de ciencias de los estereotipos sobre género que las marcan, y encontrar métodos que, a través del programa de estudios y los nuevos enfoques de pedagogía, consigan acercar a las chicas al estudio de las ciencias y en esta tarea son importantes los modelos de referencia que les ofrecemos a la edad de elegir materias de estudio.

           Siempre podemos encontrar casos de mujeres que sí han logrado vencer estas adversidades y están desarrollándose profesionalmente en líneas punteras de investigación científica. No hace muchos días, durante una guardia en el instituto, mi compañera Montse Herráiz me comentó que tenía una sobrina, Ana García Herráiz, (a la derecha en la fotografía) que estaba realizando el doctorado en el ICIQ, instituto catalán de investigación química, (uno de los mejores centros de Europa) bajo la supervisión de Marcos Suero (un investigador muy joven que tiene su propio grupo de investigación, a su lado en la fotografía). Durante sus estudios de doctorado A.G. Herráiz ha dado charlas en diferentes congresos (incluyendo una en Oxford) y ha publicado  con su equipo,dos artículos, uno de ellos en la revista Nature  basado en la generación de nuevas especies reactivas, equivalentes de carbinos,  con gran impacto en la química sintética orgánica y en la química médica.


           El curriculum de A.G. Herráiz es impresionante. A sus 27 años tiene un Grado en Química en la Universidad Complutense de Madrid y tras una estancia de Erasmus en Holanda se dió cuenta de que le gustaba la investigación y allí se quedó realizando la tesis del Master con el porfesor Ben Feringa (Premio Nobel en Química 2016). Después trabajó en la multinacional farmaceútica Lilly en el departamento de investigación mano a mano con doctores en química y fue entonces cuando decidió que quería doctorarse. Todavía le quedan 1,5 años de tesis y no tiene muy claro qué hará después, si industria o investigación, pero piensa que es bastante complicado desarrollar una carrera como investigadora en España y requiere mucho sacrificio. 
           Tenemos en A.G. Herráiz un ejemplo a seguir. Con trabajo, constancia y disciplina es posible llegar lejos y tan pronto, y ella puede ser el espejo en el que nuestras alumnas de ciencias se puedan mirar.

           El artículo publicado en la revista Nature me ha parecido muy interesante y he intentado adaptarlo para que conozcáis de primera mano el trabajo que ha realizado el equipo en el que A.G. Herráiz ha trabajado, os animo a leerlo....



El carbono tiene la capacidad única de unir cuatro átomos o moléculas diferentes que forman estructuras quirales estables. Los carbinos son especies de carbono con una característica única: tres de estos cuatro "espacios" están libres, listos para formar nuevos enlaces químicos. Esto los convierte en una especie química muy reactiva e inestable, por lo que se han mantenido en gran parte inexplorados en la química sintética. Sin embargo, esta especie interestelar inspiró a Suero y su equipo a diseñar una nueva metodología que denominaron "funcionalización en ensamble". Al elegir cuidadosamente diferentes interruptores catalíticos, activados con luz LED blanca o azul, los investigadores de ICIQ lograron controlar los precursores de carbinos y los utilizaron para lograr transformaciones sin precedentes.
Suero y su equipo generaron equivalentes de carbinos para agregar nuevos fragmentos quirales a moléculas ya terminadas, sin tener que alterar todo el proceso sintético desde cero, lo que suele ser muy problemático, costoso y lento. El grupo de Suero demostró el potencial de su idea original al funcionalizar medicamentos como duloxetina (antidepresivo), paclitaxel (anticancerígeno), fingolimod (esclerosis múltiple) o ibuprofeno.
Además, esta metodología podría usarse para conectar medicamentos o fármacos candidatos a fragmentos "clave" específicos para dirigirlos a sus correspondientes receptores de "ojo de cerradura".
Aunque en una etapa temprana, este descubrimiento tiene el potencial de acelerar significativamente el proceso de descubrimiento de fármacos, con la esperanza de que los mejores medicamentos estén disponibles mucho más rápido.

Generating carbyne equivalents with photoredox catalysis
Z. Wang, AG Herráiz, AM del Hoyo, MG Suero.
Nature 2018, DOI: 10.1038/nature25185