Primero, una presentación de la bodega:
La Sociedad Cooperativa "Nuestro Padre Jesús Nazareno", bodega situada en Sisante (Cuenca), se fundó en 1954 por un grupo de agricultores que se unen para transformar sus cosechas de uva en vino en unas instalaciones comunes, que les permitiesen alojar la totalidad de sus cosechas e innovar en los productos finales para posteriormente comercializarlos de forma común. Inicialmente se construye la bodega, que en breve tiempo tiene que ser ampliada debido al incremento de solicitudes de nuevos socios para aportar sus productos, contando en la actualidad con con 150 socios que aportan la uva de 600 hectáreas de su propiedad, de las variedades: Tempranillo, Bobal, Syrah, Cabernet Sauvignon, Garnacha y Merlot, además de las variedades blancas Airen y Macabeo.
Las instalaciones de la Cooperativa se encuentran adaptadas a las nuevas tecnologías del momento, contando con tanques autovaciantes y sistemas de fermentación controlada por frío, así como una moderna red de almacenamiento de vinos en una de sus naves, para realizar sistemas de elaboración más acordes con el tipo de mercado que existe en la actualidad. También cuenta actualmente con un pequeño parque de barricas para mejorar los caldos obtenidos de las uvas.
La uva es la materia prima para la elaboración del vino, que nace a partir de un proceso natural en el que el azúcar –a través de la fermentación del mosto- se transforma en alcohol.
Los vinos rojos se hacen exclusivamente con uvas tintas, en cambio los blancos pueden elaborarse con uvas blancas o tintas. Esto se debe a que la materia colorante se encuentra en la piel u hollejo; si al moler las uvas se deja el jugo en contacto con la piel, aparece el color. Por el contrario, si el jugo se separa inmediatamente del hollejo, el vino será blanco.
1-Las uvas se cosechan y llegan a la bodega en remolques. Vendimiadas en su punto óptimo de maduración, llegan al lagar.
2- Pasan a una máquina que separa los granos del escobajo (parte verde del racimo).
3- Los granos casi enteros pasan a una prensa neumática que los “estruja” suavemente (no los muele) para que liberen el jugo o mosto y la pulpa.
4-La uva prensada y su jugo son llevados a vasijas de acero inoxidable. Comienza la fermentación alcohólica (dura 4 a 10 días), proceso que se produce porque las levaduras que naturalmente trae la uva, se alimentan de los azúcares y los transforman en alcohol.
Al mismo tiempo las sustancias contenidas en la piel de las uvas tintas se difunden en el jugo. Este proceso se denomina “maceración” y puede ser más o menos prolongado, según el tipo de vino que se quiera elaborar.
En el caso de las uvas blancas, después de la molienda se realiza el desborre previo para eliminar los restos vegetales y las impurezas en suspensión por sedimentación.
5-Finalizada la maceración, se escurre la parte líquida y se separa de los sólidos (orujo).
6-Luego de la fermentación, todo vino exige cuidados hasta que llega a la botella. Algunos han sido concebidos para la crianza, otros saldrán rápidamente al mercado. Así se completa un proceso que nació en la viña y finalizará en su copa.
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