Nos adentramos en otro de los espacios más impresionantes del CERN: la sala de control del experimento ATLAS, uno de los detectores más grandes y complejos jamás construidos.
Desde esta sala se supervisa en tiempo real todo lo que ocurre dentro de ATLAS: millones de colisiones por segundo, millones de datos por analizar, y un equipo internacional que trabaja 24/7 para que cada evento quede registrado con precisión.
En las pantallas no solo se ven datos, se ve cooperación internacional. Científicos de todo el mundo conectados en tiempo real, turnos que cruzan husos horarios y decisiones que se toman en segundos, pero que pueden cambiar la historia de la física.
Aquí se procesaron los datos que confirmaron la existencia del bosón de Higgs. Estar en esta sala es como estar en el puente de mando que viaja al interior de la materia.
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