La última charla del día -y casi de de toda la experiencia- ha sido un verdadero lujo: el físico Álvaro de Rújula, uno de los teóricos más influyentes del CERN, nos ofreció una ponencia brillante, crítica y llena de historia sobre uno de los mayores enigmas del cosmos: las ráfagas de rayos gamma (GRBs).
Con una trayectoria académica que incluye trabajos fundacionales en el CERN, colaboraciones con Weinberg y Glashow y una defensa apasionada de la física más allá de lo convencional, De Rújula nos habló sin filtros sobre ciencia, modelos... y dogmas.
Abordó los quásares y microquásares, los GRBs, y el desconcierto que aún generan. Nos recordó que los modelos actuales no explican del todo bien estos eventos extremos, y nos presentó su propia hipótesis alternativa: el modelo de las bolas de cañón, donde la relatividad y el espectro energético cobran protagonismo.
También reflexionó sobre la sociología de la ciencia, el pensamiento crítico y la necesidad de abrir espacio a nuevas ideas. Con ironía y rigor, comparó la resistencia de la comunidad científica con el juicio de Galileo ante al Papa, recordándonos que la ciencia debe avanzar cuestionando, no repitiendo.
Terminó conectando con la actualidad: la necesidad de combinar observaciones en luz visible y ondas gravitacionales, y la importancia histórica de experimentos como el de Victor Hess, que abrió el camino a la astrofísica de partículas.
Una charla con historia, física y valentía intelectual. Un cierre a la altura de una semana inolvidable.
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