1.- Pon una regla delgada de madera o de plástico sobre la mesa, que sobresalga del borde unos 8 cm. Extiende una hoja de periódico sobre ella y alísala bien. Da un golpe seco con el puño en el extremo de la regla. Podrás comprobar con asombro que las hojas de periódico no se han levantado al golpear la regla. Se han quedado donde estaban debido a la fuerza que ejerce la columna de aire que tiene encima la hoja de periódico de gran superficie. Una buena prueba de la existencia de la presión atmosférica.
2.- Llena un vaso de agua hasta el borde y después coloca una cartulina sobre él. Cógelo y dale la vuelta con mucho cuidado. Retira la mano con la que sujetabas la cartulina. También podrás comprobar que el agua no se cae y la cartulina se mantiene en su lugar debido a que la presión atmosférica actúa en todas direcciones y por supuesto evitando que se caiga la cartulina.
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