DIA MUNDIAL DE LA MUJER Y LA NIÑA EN LA CIENCIA

El 11 de febrero, científicos y educadores nos movilizamos con el objetivo de  fomentar referentes femeninos en la investigación y en el ámbito tecnológico para romper estereotipos y promover vocaciones científicas entre las jóvenes.

Conseguir que más mujeres encaminen su futuro hacia la ciencia implica también aumentar las posibilidades de impulsar una investigación con perspectiva de género. Un reto que no es sencillo porque el porcentaje de mujeres investigadoras en España se sitúa en el 39%, el mismo porcentaje que en 2009.

Ante esta situación, los centros docentes tenemos la oportunidad, y el deber, de reaccionar y convertirnos en agentes de cambio para avanzar hacia una ciencia, y por tanto también una sociedad, más igualitaria.

Apelamos a hacer un esfuerzo activo para reconocer que el machismo está muy presente en las instituciones y para cambiar la manera en que socializamos a las nuevas generaciones para que puedan acceder al trabajo en el ámbito científico.

Porque el machismo es malo para las mujeres, es malo para los hombres, y es malo para la ciencia.

           La propuesta del IES Maestro Juan Rubio consiste en dar a conocer mediante una PÍLDORA CIENTÍFICA, las aportaciones a la Ciencia de Margarita Salas, la creadora de la patente más rentable en España. Las alumnas de 1º de bachillerato se han preparado para exponer en todas las aulas de nuestro centro el documento que se muestra a continuación:

"Margarita Salas fue bioquímica y bióloga molecular, nacida en Asturias en 1938 y fallecida en Madrid el 7 de noviembre de 2019, a los 81 años.

Tuvo la gran suerte de tener unos padres que siempre dieron las mismas oportunidades de formación a todos sus hijos, sin importar su género. Fue durante su doctorado en la Universidad Complutense de Madrid cuando por primera vez se sintió discriminada, pues se consideraba que las mujeres no valían para la investigación. De hecho, para ser admitida como doctoranda fue necesaria una carta de recomendación de Severo Ochoa, amigo de la familia, porque ¿quién iba a negarse a la petición de un Premio Nobel por descabellada que pareciera?

Severo Ochoa la invitó a trabajar en su laboratorio de Nueva York. De vuelta a España, en 1967, Salas eligió como tema de estudio los mecanismos para la replicación o reproducción del virus Phi29; un virus suficientemente sencillo por tener sólo 20 genes pero, al mismo tiempo, lo suficientemente complejo como para sacar conclusiones de calado.

Sin esperar aplicación práctica alguna, se le ocurrió infectar una bacteria con dicho virus, lo que le llevó al descubrimiento de la proteína ADN polimerasa, la encargada de producir las copias del material genético. La patente química de esta proteína ha sido la más rentable en la historia de nuestro país, ya que genera más de 1 millón de euros cada año al CSIC. La patente expiró en 2009 pero ella y su equipo se han encargado de que siga produciendo beneficios patentando variantes de la proteína original.

Sus investigaciones permitieron a Kary B. Mullis, Nobel de Química en 1983, diseñar la conocida PCR (Reacción en Cadena de Polimerasa), una reacción que permite producir millones de copias de cualquier fragmento de ADN, algo esencial para genetistas, biólogos, investigadores, arqueólogos, forenses y peritos policiales, quienes trabajan cada día con muestras de ADN pero no siempre cuentan con la cantidad necesaria.

Margarita Salas es un ejemplo de rigor y compromiso con la investigación científica y trabajó en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa del CSIC, como Profesora Ad Honorem y alentando el trabajo de numerosas científicas. Ha recibido numerosos premios y distinciones, entre ellos el Premio L’Oréal-UNESCO, la Medalla Mendel, el Premio Rey Jaime I, el Premio Nacional ‘Ramón y Cajal’ o la Medalla Echegaray."